Fénix: los caballeros negros

Ikki el Santo del Fénix, ha regresado planeando tomar venganza contra la Fundación Graude por haberlo maltratado y enviado a la Isla de la Reina Muerte cuando era pequeño, empieza atacando a su hermano Shun sin titubeo, Jabú y luego Nachi el Santo de Lobo tratan de detenerle, pero ambos son derrotados. Los Santos Negros aparecen y roban la Armadura de Oro de Sagitario, Seiya, Shiryū, Hyōga y Shun van tras los pasos del Fénix y después de derrotar a los Santos negros(Caballeros con armadura negra muy parecidos al Fénix), logran recuperar casi todos los fragmentos de la armadura de Oro, excepto cinco piezas.
Los Santos se reagrupan y Shiryū decide partir a Jamir, donde habita Mu, la única persona capaz de reparar las armaduras, para que éste repare las armaduras de Pegaso y de Dragón, que habían sido dañadas en el combate de ambos, Mu le explica que sólo podrá hacerlo derramando su sangre en ambas armaduras. Shiryū lo hace a costa de su vida, mientras tanto Seiya, Hyoga y Shun van en busca del Fénix por las montañas y se tienen que enfrentar a los caballeros negros los cuales son versiones oscuras y malignas de ellos mismos, Seiya se enfrenta al Pegaso Negro pudiendo derrotarlo fácilmente, pero éste logra golpearlo con sus puños negros en el cuerpo envenenando su sangre y debilitándolo gradualmente. Hyoga se enfrenta al Cisne Negro, a quien vence, pero éste se arranca el ojo y lo transfiere al Fénix para transmitirle las técnicas del Cisne (en el anime envía el emblema de su casco), luego Hyoga se encuentra con Ikki, pero éste aprovecha el conocimiento del Cisne negro y lo derrota fácilmente. Shun se encuentra con Andrómeda negro a quien derrota con mucho esfuerzo. Sólo falta encontrarse con el Dragón negro, pero Shiryu aparece y después de una difícil pelea logra derrotar al Dragón negro quien decide sacrificarse para salvarle la vida (Shiryu estaba muy debilitado por lo sucedido en Jamir), por último encuentran a Seiya al borde de la muerte, Shiryu abre unos orificios en Seiya marcando su constelación para expulsar la sangre contaminada para salvarlo, inmediatamente van en busca del Fénix con quien se encuentran al final del camino.
Ikki se enfrenta a Shiryu y a Shun en un fiero combate en donde parecen perdidos hasta la aparición de Seiya que ya está curado y después de Hyoga quien se recupera de las heridas provocadas por el Fénix, la armadura dorada se une y decide proteger a Seiya de Ikki y con la ayuda de los otros caballeros logran derrotar al Fénix.
Ikki, derrotado, les cuenta a todos los terribles momentos vividos en la Isla de la Reina Muerte. Para lograr ser un Santo tuvo que asesinar a su maestro, demostrando de esta manera el odio que tenía en lo más profundo de su ser. De esta manera decide acabar con la Fundación Graude y con todo lo que se relacionaba con ello, incluyendo a su hermano.